sábado, 24 de agosto de 2024

24/08/2024 Reflexión Diaria

 Los pensamientos de Dios no son los nuestros; los juicios de Dios no son los nuestros; y, añadimos, menos mal, gracias a Dios que Él no piensa como nosotros, ni nos juzga según nuestros criterios; ya sabemos: todo lo nuestro nos lleva a la confusión, apariencia, división y dominio sobre los demás, por ciertas solo algunas consecuencias. Recordad: los trabajadores de la viña pensaban con criterios humanos, y lo hacía los que se creían CON MUCHOS MÉRITOS; hemos soportado todo el sol de la jornada y hemos trabajado de solo y merecemos lo que nos corresponde. Eran pensamientos humanos, lógicos que se adaptan a lo que vemos y cumplimos; en cambio, la mirada de Dios era muy distinta; Dios mira lo que está más allá de lo que hacemos; Dios lo que quiere manifestar es SU BONDAD;  lo que valora se encuentra escondido en la intensidad de amor que ponemos en todo lo que realizamos; y está característica esencial solo la sabe valorar el Señor; nosotros la sentimos, la experimentamos; todos sabemos la infinita distancia que hay entre unas obras hechas por cumplir, y las mismas alimentadas por el amor. Es un paso de la oscuridad a la luz. El amor es luz. Y eso no está sometido a lo que son nuestros méritos. Dios mira nuestro corazón, y su bondad valora la intensidad del amor. Pongamos amor y experimentaremos la suavidad y eficacia de la visión y presencia de Dios en nuestra vida. Pidamos ser sensibles al amor infinito con el que Dios nos ama.

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