21/08/2024 Reflexión Diaria

 Dios no quiere medianías o vulgares cumplimientos. El joven rico cumple con todo desde su niñez; el fariseo  hace otro tanto con todas sus obligaciones, y, en cambio, el primero Jesús le dice que le falta lo principal, y al fariseo, abiertamente, le reafirma que no salió justificado del templo. ¿Qué les falta a ambos? Les falta el gozo del amor, del don, de la gratuidad. No están  abiertos a la inmensidad del amor del Señor; al joven rico, le dice: ves, vende todo lo que tienes y lo das a los demás. Y no está dispuesto a ello. No quiere despojarse de todo aquello que obstaculiza el discurrir espontáneo del amor. Lo que hace que nuestra vida sea respuesta al amor de Dios es la GRATUIDAD. Gratis lo recibes, gratis lo regalas. El don no pide vuelta; es totalidad generosa. Es Dios quien invita, amando, dando, regalando, sin mérito por parte nuestra. Y Dios nos abruma con sus regalos, nos sumerge en ese ambiente de amor que hace que experimentes la belleza, profundidad y gozo de todo lo que Dios te regala. Ese es el camino que nos traza Jesús; es dar el máximo que es experimentar lo muchísimo que recibimos. Quien experimenta lo mucho que recibe, está en condiciones de dar sin reservas y amar hasta el extremo. Sé don gratuito para los demás.