En estos momentos, están operando a María José Pérez, y es la cuarta operación, en Innsbruck. Una plegaria al Padre por ella. Una plegaria con la que encabezó está matinal reflexión: DAME FUERZA Y GRACIA PARA CAMINAR, SEÑOR, EN TODO MOMENTO Y EN TODA CIRCUNSTANCIA. Esta sería la plegaria de este día; el abandono en Dios tiene esta conclusión: HAZ DE MÍ LO QUE TÚ QUIERAS; y añadiremos: SEA LO QUE SEA LO ACEPTARÉ CON GUSTO Y ALEGRÍA; a lo que añadimos: el Señor es mi Pastor... Y seguimos: DIOS MÍO Y TODO; así, podríamos llegar hasta el infinito, para que nos demos cuenta y experimentemos que es este el camino que conduce verdadera historia de cada uno de nosotros. Ya sabéis, en el lenguaje evangélico, perder es encontrar; y encontrar es caminar con ligereza en cualquier circunstancia de nuestra vida. Nuestra aparente fuerza de voluntad es insignificante e ineficaz. Ahora bien, unida a nuestro abandono en el Señor, se convierte en una progresión imparable que ninguna tormenta puede detener. Lo importante es saber que, en todo lo que nos supera, Dios, el Señor, está presente, con su luz y con su paz, de una manera especial. Hemos de dejar QUE DIOS SEA DIOS; NOSOTROS ADORAMOS Y NOS ABANDONAMOS. Abandono es igual a superación.
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