miércoles, 8 de abril de 2020

LOS SECRETOS DEL AMOR

Jesús se aparta de la gente y de sus discípulos cuando se trata de intimidad con el Padre; las manifestaciones eternas vendrán a posteriori; en cambio, la intimidad es una flor delicada que cualquier viento inoportuno la puede agostar. Y es que el primer secreto del amor es la delicadeza. Visitar los Santos Lugares es embeberse de esta delicadeza de la que hace gala el Señor. Pueden ser desiertos áridos e inhóspitos como panoramas preciosos alrededor del lago de Tiberíades. En todos ellos, brilla la belleza, la delicadeza y la invitación a la intimidad.
Puede que esta nuestra sociedad lo haya todo vulgarizado, haciendo primar sobre todo lo más grande, el ruido que le acompaña; con ello, hemos desnaturalizado el núcleo de la cuestión. Y, en cambio, es difícil acallar el grito del corazón con ruidos exteriores; y, cuando esto ocurre, o se intenta, el resultado es profundamente insatisfactorio. Y es que no se puede doblegar al amor. Todo y ser una planta tan delicada, tiene unas ramificaciones tan diminutas y sensibles que aparecen en todas las manifestaciones de la vida. Son los secretos del amor.
Pero…, son secretos a voces, porque el que más grita, y en todo momento nos inoportuna es el amor. Es este, el amor, la medida de nuestro crecimiento; tanto crecemos cuanto amamos; y si esto no lo tenemos en cuenta, él, el amor, lo hará notar en cualquiera de todos los momentos de la vida. A una persona, en edad de crecimiento fisiológico, no puedes detener su desarrollo; y es cierto que nuestro crecimiento fisiológico puede, y de hecho ocurre, puede tener un límite. En cambio, nuestro crecimiento en el amor es infinito, debe siempre crecer; y no es que no se cansa de crecer, es que si no lo hace, te lo hará notar sin pausa, continuamente y hasta el infinito. Tengas la edad que tengas, estás en la mejor edad para crecer en el amor. Repito: son los secretos del amor.
Y…¿Cómo LO HACE EL AMOR? ¿CÓMO REIVINDICA SU PRESENCIA OLVIDADA?
Recordad esa frase tan repetida: no sé lo que me pasa, pero no estoy bien. Yo la he oído a muchísimas personas. Se intenta buscar refugio en multitud de evasiones eternas; el resultado es el mismo: terminada la evasión, me encuentro en la misma situación. No lo olvidéis: ES EL VACÍO QUE REIVINDICA EL AMOR. Es manifestación clara de que el amor no está ocupando el lugar preponderante que le corresponde en tu vida. Es el grito del amor que te pide que vuelvas a tu esencia que es ser amado y amar. Es por eso que es muy difícil ponerle barreras sustitutorias al amor; por cualquiera de sus rendijas, lanzará su grito de libertad que sobrepasa y traspasa los muros, aparentemente, indestructibles que le queramos poner. El amor siempre encuentra la manera de manifestar su presencia, sea en actitud de marginación, ausencia o presencia.
El grito del amor se percibe continuamente; él no deja de llamar a nuestras puertas hasta ser escuchado. Unas veces lo hace de una manera indirecta; y es curioso, cuanto más levantamos la voz, cuanto más nuestras evasiones son llamativas y estentóreas, cuanto más buscamos una satisfacción puramente externa, cuanto más nuestras reacciones son del todo desproporcionadas a los impulsos que, supuestamente, las provocan, más estamos evidenciando el papel protagonista que el amor reclama. Y es que en el caos que todo lo anterior provoca, el vacío siempre aflora, siempre manda sus mensajes de inquietud y miedo. Y ese vacío es el grito del secreto del amor que reclama su puesto en toda nuestra vida y en todas sus manifestaciones, y no hay nada ni nadie capaz de llenar ese vacío que no sea el amor.

Otras veces es como al profeta Elías, en forma de brisa suave. Es una brisa especial, inconfundible; no hay posibilidad de equivocarnos. Es una brisa que es motor en todos los aspectos de la vida. No hay nada que detenga la fuerza de la debilidad de la brisa del amor. Va acompañada de facilidad y posibilidad. Es así. Todo aquello que antes te parecía amargo, difícil, se convierte en camino llano y al alcance de la mano. Has sido encontrado por el amor. Aquel que veías como adversario, se convierte en tu hermano; aquel momento de turbación, que, en cualquier otro momento, te hubiera llevado a la más sombría tempestad, lo has aceptado con amor. El Jueves Santo se ha aposentado en tu vida; el amor ha sido el protagonista de tu vida. Las cargas en la vida, y estas, sí, insoportables, las produce la cobardía y la vulgaridad. Escuchar el amor, ser discípulo del amor es el secreto a voces más sonoro que Dios ha depositado en nuestro corazón. Un mismo acto, hecho con amor o sin amor, tiene connotaciones diversas y evidentes que todos nosotros sabemos descubrir. El primero, hecho sin amor, rápidamente se convierte en carga difícil de mantener; el segundo, el hecho con amor, es camino de libertad, amor, paz y fraternidad. Hagamos de nuestra vida un continuo y constante JUEVES SANTO.
Paz y bien. Mañana, jueves santo, charla a las 11’30, eucaristía a las siete de la tarde; hora santa, a las 22’00 h. Nos veremos en todos estos actos.

P.Llopis (08/04/2020)

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