martes, 1 de marzo de 2022

Víspera de la Cuaresma

 Buenos días, hermanos. Nunca os he escrito, víspera de la Cuaresma, en esta situación tan especial en que me encuentro. Ya os digo : especial. Hoy, os escribo desde el corazón y, con toda la ternura posible, os digo: vivid el presente, tiernamente, de esta Cuaresma. No os dejéis llevar por otras connotaciones que conducen a lamentos, tristezas, cabizbajos y otras ascesis que no entendemos. VIVID LA FE, ESO es la Cuaresma; vivamos el contenido; no nos quedemos en el continente. Vivir la fe es abrir los ojos y no cesar de experimentar. Abrir los ojos y experimentar son las notas de un mismo cantar. claro, podemos abrir los ojos y dejar entrar ocupas en nuestro interior; eso no es Cuaresma; eso no es de verdad abrir los ojos. El sol tiñe de oro todo lo que existe. Así hemos de hacer nosotros; nuestro abrir los ojos es darnos cuenta como se tiñe de luz todo lo que nuestra mirada alcanza. La Cuaresma nos invita a abrir los ojos, y experimentar que el triunfo en nosotros y en el mundo es del amor; y, aunque la guerra se imponga, no caemos de abrir los ojos y poner por doquier el oro del amor. Es el primer punto, hermanos, de la Cuaresma. Fíjate, aquella realidad que tienes opaca, sucia y negra, no lo olvides, es Cuaresma, abre los ojos y deposita en ella el oro del amor, y transfórmala en una experiencia viva de fe y. Alegría. Vivir es amar, y el amor es la perla esencial de la fe. Sólo deseo que vosotros disfrutéis leyendo este escrito tanto como yo lo he disfrutado. Este es el primer punto de esta Cuaresma. Seguiremos  casi día tras día presentando nuevos horizontes. Ya que las circunstancias no nos han dejado realizar lo programado, daremos luz, desde el Racó de otra manera, si la salud nos lo permite. Buena entrada en la Cuaresma. Paz y bien.

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